Existen muchas personas que tienen un perfil público que les otorga notoriedad y credibilidad. Artistas, músicos, politicos o personalidades de internet son catalogados indiscriminadamente como “influencers” y considerados muchas veces como una solución comunicacional para la difusión masiva de mensajes comerciales o sociales.
En nuestra agencia hemos trabajado con personas influyentes, pero creo que deberíamos considerar algunos principios para este tipo de colaboraciones:
- Debe haber cierto nivel de credibilidad de la persona que da el mensaje. Para temas médicos mal haríamos en poner a un@ jugador@ de ajedrez como vocer@ o a un burócrata de terno y corbata a hacer la vocería para una campaña sobre prevención de embarazo en adolescentes. Cabe acotar que cuando nos referimos a credibilidad no nos referimos solamente a cuán respetable puede ser una persona en su campo, estamos también hablando de la pertinencia de la persona en relación al tema. Hay casos, como por ejemplo con adolescentes, en donde preferirán una persona que hable su lenguaje, que hable a su nivel y no se coloque en una posición de autoridad.
- Debe existir coherencia ideológica de la personalidad con la causa a la que soporta. ¿Se imaginan poner a un gerente petrolero a hablar sobre la importancia de la conservación? La audiencia generará rechazo de inmediato pues muy probablemente entenderá el interés de presentar una imagen ambientalista como esfuerzo de mejorar su imagen.
- Debemos buscar a personas que tengan la intención de involucrarse más allá de grabar un saludo para redes sociales. Hay personas que tienen más o menos disponibilidad de tiempo pero el compromiso debería pasar al menos por compartir ese saludo y, en el mejor de los casos, incorporando el tema en entrevistas o publicaciones por interés propio. En este sentido es muy importante proveer a esta persona de toda la información posible y con recursos didácticos para que pueda involucrarse de una manera más activa.
- Una declaración, una publicación o una aparición de una persona raramente será la solución para nada. Este tipo de recursos son un componente que tiene que formar parte de una estrategia comunicacional estructurada y con objetivos claros.
Si bien un influenciador puede tener un gran impacto en una campaña publicitaria, hay que tomar en cuenta el poder de la ciudadanía en general. Mostrar a una mujer que desafía con su mirada al espectador para hablar sobre la penalización de las mujeres que tuvieron un aborto puede ser muy potente. Mostrar a jóvenes de distintos ámbitos unirse para exigir la despenalización del aborto en caso de violación puede generar empatía y esto ayuda a que las personas se animen a compartir un contenido o a pegar el adhesivo de una campaña.
Conseguir que una persona aporte con su tiempo o con su presencia para apoyar una causa muchas veces es muy difícil, por ello es importante presentar argumentos claros y contundentes, ya sea a través de material promocional o de una simple conversación.
Finalmente tomemos en cuenta que habrá momentos en los que genere mayores beneficios dedicar un tiempo a campañas de reclutamiento de voluntarios, ya que una base de voluntariado fuerte puede potenciar infinitamente las campañas que se planteen en un futuro.
En La Incre trabajamos basados en la importancia que las causas tienen para el equipo como personas y por ello siempre tendemos a convertirnos en activistas de las causas con las que nos involucramos. Esa visión de ser una agencia publicitaria distinta ayuda a crear campañas relevantes y cercanas.