Tras la llegada de cientos de miles de personas de otras nacionalidades a nuestro país, se ha evidenciado un resurgimiento de discursos xenófobos y discriminatorios

Con el fin de sensibilizar a la sociedad ecuatoriana sobre la situación de estas personas el Sistema de Naciones Unidas desarrolla una campaña que motiva la reflexión y empatía hacia la situación de la población en movilidad humana.

Antecedentes

 

Ecuador tiene una larga tradición de acogida a personas refugiadas y migrantes. Durante los últimos 30 años, ha recibido a cientos de miles de personas que huían del conflicto armado y de la violencia en Colombia.

Estos esfuerzos no son solamente del Estado, sino del pueblo ecuatoriano, caracterizado por su solidaridad y hospitalidad. Este concepto es el que se quizo reforzar en la campaña y convertirlo en parte de la identidad ecuatoriana.

“Abrazos que unen” apela justamente a las acciones de solidaridad y hospitalidad que nos caracterizan y a la idea de que, aunque somos un país pequeño, somos generosos, hemos dado oportunidades a las personas que han cruzado nuestras fronteras y las hemos integrado en nuestra vida cotidiana.

El proceso

Crear una campaña contra la discriminación y la xenofobia es un reto en sí mismo, sobre todo cuanso se vive una situación tan especial como la migración venezolana a causa de la crisis. 

Otra dificultad nace de que este tipo de campañas suelen tener un tono aleccionador que se siente lejano al público objetivo. El lenguaje utilizado y la manera de presentar la información suelen ser muy formales, hablando siempre desde un lenguaje técnico y “de ONG”. 

Por eso, nuestro objetivo principal desde el incio fue crear una campaña que, desde su nombre, apele al público objetivo y se muestre cercana y comprensible, sin llegar a ser falsa o forzada. El nombre “Abrazos que unen” pretendía evocar algo tan cercanoy común como un abrazo que se da a un familiar, amigo o, en este caso, a una personas extranjera que necesita ayuda.  

Junto al nombre debía ir la idea de motivar la empatía en nuestro público, resaltando las historias de ecuatorianxs que se han relacionado, se preocupan o han ayudado a migrantes de distintas nacionalidades.

Para eso nos concentramos crear material que sobrepasara los diseños con mesajes positivos.  Para esta campaña creamos:

 

  • 10 historias de vida que mostraban que la integración de las personas migrantes es posible y que hasta resulta beneficiosa.
  • 1 activación en la plaza de San Francisco, en Quito, en la la gente participaba en una trivia y relfexionaba sobre la situación de la gente migrante.
  • Con la ayuda del colectivo Fluxus recogimos un registro fotográfico de la vida de varias personas migrantes, quienes nos dejaron mostrar parte de sus vidas aquí en Ecuador y cómo se habían adaptado al cambio.

Implementación

 

Todo el material que recopilamos material fue editado y curado en conjunto con varias organizaciones del sistema de Naciones Unidas y distribuido a través de las cuentas de Facebook e Instagram de la campaña.

Antes del lanzamiento oficial creamos una campaña de expectativa llamada “Challenge del abrazo” en la que invitamos a la gente a subir fotografías abrazando a alguna persona extranjera que sea importante en su vida. 

Algunos influencers se unieron a esta iniciativa y para la fecha del lanzamiento habíamos logrado iniciar la conversación sobre la migración. 

 

 

Resultados

La campaña tuvo 2 fases de ejecución durante el 2019 y el 2020 y todavía sigue activa aunque no a nuestro cargo.

16.273.009
Personas alcanzadas

 

21.996

Seguidores en la página de Facebook 

3.700

Comentarios recibidos 

236.043
Interacciones

 

1.454.449
Reproducciones de video

 

Los videos

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